28/5/09

Club Vips


Yo no se si es que me hago mayor, que mis gustos estan cambiando, o yo que se qué, pero cada vez me encuentro más defraudado con el Vips y con su Club (perdonad los que no seáis madrileños o mexicanos porque esta cadena de restaurantes está primordialmente en estos lugares, aunque creo que es una cadena suficientemente conocida, a pesar de todo, o al menos debería serlo para aquellos interesados en el mundillo de los negocios).

Por si acaso, os pongo en situación, VIPS es una cadena de restaurantes con una amplia gama de establecimientos que proviene de México y está en Madrid por un inversor, a grandes rasgos es esto, se trataba de una cafetería estilo americano, de sanduiches y tal, famosa por sus tortitas con
 nata (se me cae la baba de solo pensarlo)... Hoy por hoy tienen varios restaurantes, asiáticos, italianos, de alta gama y cuentan además con la licencia en exclusiva para Starbucks en España, creo que sigue así la cosa, tampoco es primordial este dato.

Pero lo que les hace realmente especiales es un sistema de fidelización, no ún
ico pero cuya efectividad (cuasi eficiencia) era y es la envidia de cualquier club de fidelización que se precie de serlo, no porque el producto fuese único, en absoluto ni poruqe diesen regalos excepcionales, nada de eso. El poder de esta tarjeta es que regalaba "Dinero Vips", que tontería, son como las millas de las tarjetas de vuelos o los descuentos acumulados, pues no, ellos te mandan un billetito que vale 3 euros, pero además, si lo gastas de domingo a jueves por la noche, pluf, se convierten en 6 euros, maravilloso, fantástico, en verdad que entre eso y el amplio horario, Vips cuenta con buena fama a pesar de los altos precios (hablando en relación a la calidad, que es regular, aunque la comida suele, aunque no siempre, estar buena).

El tema es que sí, tengo una crítica, bueno, más de una en realidad, lo primero es uqe lanzan miles de promociones, lo cual es bueno, para sus más fieles seguidores y conocen perfectamente a sus clientes y sus "usos y costumbres", actuales y pasados y actúan en consecuencias, si cambia uno de estos usos en seguida te incentivan para que vuelva a dónde estaba lo cual está muy bien pensado y no hay nada que reprochar, salvo en una cosa, te cargan de papeles, tanto es así que las ofertas de Internet hay que imprimirlas también, y eso, mira tú, no lo veo claro, ha llegado un punto en el que llevar 10 tickets y un papel impreso en mi cartera para cuando se me ocurra acceder a las ofertas, ya no es como antes, no me entendáis mal no es que mi cartera esté llena de tarjetas de crédito, con pagar una ya voy que me las pelo, pero llevar mil papelotes como que no, en vez de darme un ticket cada vez con una oferta, me podían, no se mandar un mail o un sms para que yo lo enseñe en el momento de la compra.

Esa es una crítica, constructiva, entiendo, aunque también entiendo el objetivo de estos papelotes, si los llevas lo sabes porque ocupan espacio y los mirarás de vez en cuando para saber por qué tu cartera parece una librería, bueno, eso lo puedo pasar, aunque me moleste.

Lo que no puedo aguantar es ir a comer de menú y que tarden más d media hora en traerme la cuenta mientras estoy viendo a tres camareros que miran al tendido pensando en yo que se qué.

Algún jefecillo debería de tener la gran idea de hacer un Mystery Shopping y actuar en consecuencia, doblando esas mesas que tardan en comer casi dos horas duplicas los beneficios y solo a cambio de que la gente haga su trabajo, por el que, por cierto se puede pagar bien a los precios que estamos tratando.

"Lo malo de las cadenas de restaurantes es que juegan a ser intensivas en Marketing y según gastan más en esto baja la calidad del producto y del servicio hasta mínimos insospechados y claro, entonces hay que gastar más en Marketing para no perder clietnes.

El problema de fondo es que el servicio en los restaurantes es España deja muchoque desear, pero eso daba igual, como todo el mundo tenía dinero apra comer todas las semanas fuera, los restaurantes estaban hasta los ojos, ahora solo sobrevivirán los que lo merezcan, lo cual es un alivio para los que no tenemos más opción que comer fuera de casa a diario."

8 comentarios:

  1. El mundo del marketing tiene estas cosas que parecen inexplicables, como que VIPS continúe triunfando como lo hace con una estrategia basada en la reducción sistemática de calidad.

    La comida es fétida, siempre fría y el trato, en ocasiones muy mejorable.

    Madrid está trufada de restaurantes pequeños donde comer de menú por 11-18 euros, con una calidad increíble. Y lo mejor, trabajando al máximo por hacerse un hueco. Creo que como consumidores deberíamos ser un poco más críticos, y aprovecharnos de ese esfuerzo extra que nos ofrecen estos establecimientos y huir del conformismo de VIPS y otros similares.

    Muy interesante Bro! Ánimo con el blog, lo sigo con interés.

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  2. yo trabajo en la cadena club vips y son unos de los mejores sitios y a nivel laboral esta muy bien

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  3. me gustaría saber si existe la posibilidad de pagar la cuenta con mas de un vale de dinero vips, gracias

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  4. vips la comida es un asco trabajo ahi y os aseguro q la calidad de ingredientes ha caido con tal de ganar a estos no les importa una de los mas resltantes es el CAFE..

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  5. [4:45:53] fam diaz salvador: vips es una de las cadenas d comida rapida mas vergonzoza k pueda aver, cabe resaltar k la comida s sosa, de mala calidad, q contal d incrementar sus ganancias bajan la calidad d producto y sobre todo un deficiente trato, tanto a los clientes como a su personal, los cameros trabajan lo mas rapido q pueden tratan d hacer bien su trabajo pero no conforme con eso, practicamente los obligan a casi a meterte la comida por la boca, q aberracion una cosa es el marketin y otra cosa muy distinta s exigir a al publico y exigir a su personal mas de lo q quisas pueden, les falta calidad de trato personal aver si eso lo toman en cuenta.

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  6. Tengo 45 años, trabajo en una cafetería. Por insistencia de mi hija menor, fuimos a comer al Vips. Lo que vi me dejo sorprendido por un lado: Diez mesas de 4 personas cada una repletas, es decir, 40 clientes, y una sola camarera que se esforzaba por atendernos a todos bien y de buena gana aunque se le notara cansada. Y es fácil agotarse ante semejante desgaste físico y mental cuando no hay un respaldo o una ayuda. En sí, puedo decir que el servicio estuvo bien, porque eso era lo mejor que una pobre chica podía dar. Por otro lado, el enfado que tuve era monumental, ya no sólo por el abuso a la camarera sino también por la falta de comprensión de muchos clientes quienes se creen comiendo en El Celler de Can Roca.
    Así que no es por falta de trato, yo que trabajo muchos años en hostelería ante una situación así no podría trabajar lo bien que pudiera.

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