Como ya sabéis tengo trabajo nuevo y hoy era, a mi entender, de mis últimos días dónde me encontraba, el caso es que he llegado esta mañana, a las 7:25, con mucho frío y más sueño dispuesto a cerrar un tema que tenía a medio cerrar... No por mi culpa, pero las cosas de palacio van despacio.
Total qeu voy a entrar con mi mega tarjeta de becarius máximus y la barrera, giratoria por otro lado, al ir a cruzar, tras pasar mi tarjeta, ha gemido con lo que mi mente ha querido reconocer como una risa sarcástica, y yo he pensado: "Vuelve a intentarlo que estas cosas fallan mucho", la queja consiguiente de la máquina ha sido más de risotada maquiavélica. Entonces ha aparecido frente a mi el ogro guardián.
"Creo que no tienes autorización- ha dicho mientras sorbía los mocos sonoramente y ha entrado en su garita de las bolas de cristal a buscar los pergaminos.- Tu tarjeta.- La ha tomado y ha comprobado el nombre. Ahora, al más puro estilo Gandalfiano ha dicho.- No puedes pasar."
Haciendo caso omiso de mis lloriqueos se ha ido a tomar un café y yo, pues a esperar. Pero a eso de las 8 he vencido, me he escudado detrás de un chico de recursos humanos y he esquivado al terrible guardián.
Total que al ir a enchufar mi ordenador.- Grraaaaa (odio cuando haces algo incorrecto y el ordenador chilla, como para que se entere todo el mundo)
Total que, a falta de estar computerizado, he dejado la empresa antes de lo que esperaba, bueno yo quería no trabajar hoy, y lo he conseguido, aunque habría preferido no levantarme tan temprano.
"Lo malo de las políticas de privacidad en las empresas es que son tan exigentes que, si cometen un error, tardan días en resolverlo."
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12/1/09
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